lunes, 8 de febrero de 2016

Mi Tricotilomanía

Todo comenzó sin querer, tenía 12 años, cursaba el 1° de secundaria, estaba en el colegio y era hora del "break", como de costumbre acompañada de mi mejor amiga Male y mi compañera Vero, conversábamos y nos reíamos de todo, y de un momento a otro mi compañera Vero comienza a decirme mientras acaricia mi cabello, que mi cabello le parecía lindo, suave, fino y castaño. Yo solo sonreí y le pregunté: ¿en serio? Vero me responde: Claro! Analía que no te has dado cuenta o que? -Sinceramente no me había percatado de que mi cabello le guste a otras personas, quizás un poco distraída de mi parte. Mi amiga Male me dice: Si amiga, es bonito tu cabello y te lo cuidas seguro y yo con cara de confundida le digo: Para nada, me baño y punto. Luego Vero me dice: Ya quisiera tener tu cabello amiga, el mío es grueso y no me gusta para nada, parece paja. 

Es cuando me doy cuenta que es cierto que su cabello lo tiene así pero como siempre lo tenía amarrado no llegue a darme cuenta hasta que me lo dijo en ese momento, fueron segundos que parecían minutos cuando me fije en sus cabellos gruesos y negros, no sentí aberración ni nada negativo, tuve la curiosidad de tocar su cabello y lo hice, era una sensación extraña en mis dedos, se que va a sonar más raro aún pero me gusto esa sensación, el grosor de su cabello me dejo pensando hasta el siguiente día. 

En una situación de ansiedad mientras veía la televisión o hacia mis tareas, comencé a coger mis cabellos y buscar algún cabello grueso, no había muchos pero los encontré y por varios días comencé de manera descontrolada a arrancarme mis cabellos, era algo que me gustaba y a la vez no y en dos semanas aproximadamente llegué a hacerme un agujero mediano en la parte superior de mi cabeza, prácticamente era un parche de cuero cabelludo, nadie del salón se llegó a dar cuenta hasta que un día llegué minutos antes de la salida para los niños de primaria, mi salón quedaba en el primer piso y en el segundo piso estaban retirándose los niños, yo estaba afuera de mi salón hasta que un niño desde el segundo piso dio un grito de asombro y dijo: Esa chica tiene un hueco en la cabeza!, me sentí muy avergonzada que inmediatamente agarre un poco de cabello, hice un raya más gruesa y me peine tapando ese parche de cuero cabelludo, creo que valió la pena esa experiencia con el niño, pues hasta ahora sigo arrancándome  el cabello pero ya no en un solo sitio sino en varios lugares de mi cabeza, de manera homogénea.

Han pasado 15 años que sigo con este pésimo hábito, varias veces he querido dejarlo y hasta lo hice pero máximo un mes deje de arrancarme el cabello, solo me arranco el cabello en momentos de ansiedad. 

La Tricotilomanía mayormente se da en momentos de ansiedad, y fundamentalmente en mujeres, básicamente es arrancarse el cabello, hay personas que el cabello se lo llegan a comer o dejan grandes parches de cuero cabelludo en su cabeza, o casos más extremos que se arranca cabellos de sus cejas, párpados o de cualquier otra parte del cuerpo.

En momentos de ansiedad o depresión arrancarte el cabello para los que tenemos este trastorno impulsivo nos causa alivio y placer. Sé que hay tratamientos no he tenido la oportunidad de hacerlos, también sé que para estos tipos de trastornos es mucha fuerza de voluntad, espero de a pocos combatir este impulso. Gracias a Dios, mi mamá y enamorado están conmigo, corrigiéndome en cada momento me guste o no.

Esto ya es parte de mi y con el tiempo lo he aceptado, ya no me siento avergonzada, solo seguir hacia adelante y superarlo. 



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